martes, 16 de julio de 2013

La Edad de la Inocencia


Nueva York...
Cuando la condesa Olenska regresa a Nueva York tras un fallido matrimonio con un conde ruso es acogida  por su familia en un entorno plagado de desdeñable curiosidad, fingida amabilidad y falsos  testimonios. Newland Archer, el prometido de su prima  May, se ofrece para asistirla  y apoyarle  en todo cuanto pueda necesitar durante  su periodo de adaptación a su nueva  vida, sin embargo,  el inocente  ofrecimiento se complica  ante  su inesperado  enamoramiento  de la Condesa.

 Archer  desprecia la soberbia  que destila  su propia  clase social, sin embargo,  no puede prescindir de ella, está atrapado en su propia red  y no ve escapatoria. El miedo  a sí mismo   y a la misma  decepción le obligan a tomar la decisión  que condicionará el resto de su vida. Una bella historia de amor  ambientada en 1870 en la que  la máxima  es la apariencia  y el deseo contenido de los personajes principales ¡el telón de fondo! “Era el espíritu  del exquisito dolor romántico. La idea de que el sólo roce  de la mano
 de una mujer era suficiente. La idea de verla al otro lado 

de la habitación le mantendría vivo otro años más". 

Martin Scorsese... 

¡QUÉ TAL!...


 Martin Scorsese...

En la película, queda patente la predilección de Scorsese por los personajes definidos por los  códigos sociales de la sociedad neoyorquina de finales del XIX. Leyendo la novela de Edith  Warton podemos entender que le indujo a realizarla
Martin Scorsese...  Director del filme








 Podremos entender que la pasión y la violencia  pueden  existir en lugares en el que  se impone el decoro. Podremos entender porqué Newland Archer no pudo nunca liberar su frustración  y aliviar su intensa pasión sentada en su salón o en las noches de ópera que definen su vida en ¡La Edad de la Inocencia!


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