Andrei Rublev

La cinta narra las vivencias del Santo Andrei Rublev, el famoso monje ortodoxo  pintor del Siglo XV  -Andrei Rublev- a través  del proceso que le llevó  a pintar templos.  En el filme se teje y desteje  una serie de acontecimientos que marcaron a Rusia en esos tiempos de invasiones tártaras   Y,  la Caza de Herejes  por !la Iglesia Ortodoxa!

 

Esta película ha sido una de las más difíciles  de criticar  -por mi parte- pues, no tengo muchas palabras para describir  que lo que vi, es una de esas películas que se  quedan en tu cabeza  todo el  tiempo. Sin entender  lo maravilloso que encierran   aquellas  imágenes; es una película bellísima  por su  dureza.  Provocando  una profunda  catarsis  ética y una grandiosa clase de lo que es el Cine -sin ninguna palabra-  a través de las maravillosas escenas:¡Ninguna te dejará inconforme  e insatisfecho!


 Andrei Tarvovsky demuestra  en su segundo filme lo que es la maestría.   Escenas simples, pero, de lo más llamativas.  Un guion de él  y Andrey Konchlovskiy !impecable! Que si Shakespeare escribiera guiones: estos rusos  no le  deberían  nada al inglés.  Y, en el que  se lanza  una teoría ético-religiosa social que a muchas  mentes cerradas no les agradará,  pero, que  es magnífica, hay que decir que algo confusa, pero, ¡magnífica al fin! Y, agradecer a Tarkovsky el mostrarnos un episodio complejo de la historia de su país en varios contrastes.

 

Las actuaciones de todo el reparto son !fenomenales! No recuerdo...no...  Ninguna sobreactuada o alguna que dejará a deber... ¡El casting realizó un trabajo  que hace  que te creas -¡con  toda naturalidad!- la trama! 




Aunque los que  se llevan las palmas son: Anatoli Solonitsyn como Rublev que logra darle  una gran credibilidad a un personaje tan interesante que plateó Tarkovsky -pues, no se  sabe mucho del real Rublev- y que logra infundirle todas  sus emociones. Al igual que Ivan  Lapikov quien es un villano muy complejo y fuera de los común. Destacable también es el  jovencito Niko Lay Burlyaev  -quien protagonizó  la infancia de Iván- que en su participación no tan larga   en la cinta ¡Logra igualar  la atención que tenemos por Andrei Rublev!   

La dirección  fotográfica  de Vandim Yusov logró  cómo dije  anteriormente lo que Tarkovsky quería:  Que a través de simples, pero, buenos encuadres en variados puntos: tanto  terrestres  como aéreos. Provocar que el cerebro  las capte  de una forma asombrosa, y, a su vez:  ¡Destacar el impresionante uso de la cámara lenta!

La música de Vyacheskav  Ovchinnikov es de igual manera ¡asombrosa! Logra darle una mayor complejidad a la cinta con ¡cansadas   piezas! Pero, a la vez bellas, que nos inmiscuye en un misterio de pensamiento histórico del protagonista.

Hay que destacar  el diseño de producción de Yevgni Chernyayev, Ippolit Novoderyozhkin y Sergey Voronkov que  te logran transportar al medioevo ¡un medioevo injusto! Pero, no tan alejado de un una sociedad   que actualmente continúa reprimida; pero: ¡siempre con fe!

Y, para finalizar podemos resaltar que: La representación que hizo Tarkosvsky de un Santo es  también: ¡La canonización de su obra y su nombre!