martes, 12 de febrero de 2013

La Joven de la Perla




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Girl with a pearl earring - 2003-


Dirección: Peter Webber
Director de Fotografía: Eduardo Serra
Guión: Olivia Hetree
Música: Alexandre Desplat


Basada en una novela de la escritora Tracy Chevalier , la película responde  a una puesta en escena trabajada por el director Peter Webber , quien se dedica a recrear el mundo de la ciudad de Delfta mediados del siglo XVII. Griet (Scalett Johansson) entra a ocupar un lugar  más  entre la servidumbre del a familia del pintor Johnnes Vermeer -Colin Firth- sin saber que va a vivir una experiencia inolvidable.

Una de las particularidades más notables del filme  tiene que ver con la dirección de fotografía de Eduardo Serra, cinematográfica que compone una serie de encuadres auténticamente vermerianos. La cámara se introduce por las habitaciones, donde una delicada luz penetra por las ventanas, alterando la oscuridad del recinto. La trama argumental  no escapa de las variables típicamente melodramáticas imposibles de eludir,  allí, donde hay  seres de carne y hueso. La esposa obsesionada, la pequeña hija acechando en los pasillos y la suegra ejerciendo su tarea de administradora familiar, configuran las cosas de la vida y eterna comedia humana.Y, no dejemos de observar al mismo pintor Vermeer que usa  y se deja usar  en la dura tarea ¡de vivir para y por su oficio!







Una fina sensibilidad  pictórica impregna todo el filme, mientras avanzan las pequeñas peripecias  cotidianas. Vermeer, el maestro de la luz , ha encontrado  un inmejorable intérprete cinematográfico. De la vieja Europa llega este filme intemporal, que nos deja cavilando en los misterios que rodean al actor, creador. 


Director Peter Webber 
El taller del pintor Vermeer se va configurando como un espacio de coordenadas sensoriales. Allí, en la afanada preparación de colores, matices y texturas, el director Webber convierte: el simple  detalle  de colocar el aro en la oreja sangrante de una muchacha en un acto de posesión erótica. Todo esto sin el menor énfasis verbal, más bien eludiendo cualquier explicación convencional.





 Estamos ante una película de extrañas resonancias, donde se funden realidad y ficción (nadie  puede comprobar la veracidad de lo narrado) mientras la pintura de Vermeer ¡ triunfa frente al tiempo!





Se ha hablado mucho sobre la identidad de esta joven ¡Silencio, flotando en el mundo del pintor! He leído comentario de renombrados críticos artísticos como Hagen que insiste en suponer que  ese extraño e inesperado punto focal: es una señal de castidad. A diferencia de otros cuadros del autor: la pieza carece de la depurada técnica de espacios y formas que otorgó  renombre a la obra de Vermeer. 

La luz oscila levemente, desde la mejilla de la joven hasta el leve brillo de la perla. Sus ojos expresivos, chispeando por toda la superficie, igual que el empleo de esas brillantes tonalidades entre las que destacan el azul y el amarillo.


... Se estrenó en la Sala Cinemark del Mall Marina Arauco de Viña del Mar... 

 No obstante, el valor del cuadro radica en la  sensación  espuria que el rostro de la mujer, el reflejo del sol – brillante, evanescente,  que resalta sus mejillas y su ansiedad en esa sensación casi desesperada de  su expresión – es el verdadero enigma del cuadro, es la real esencia de la obra por completo.



 Podría cerrar los ojos  y paladear lentamente, la magnífica sensación de atisbar  por un instante  el pensamiento de un hombre  que vivió hace siglos atrás y respirar el dorado resplandor de la mañana  de la última pincelada, el brazo erguido, el latir de su corazón- la emoción, casi completa su visión – los dedos agarrotados en el pincel de madera. Una sonrisa leve. La modelo  aguarda, intentando no dejarse  llevar  aquel secreto  a dos voces, por el fuego de una hoguera maldita que parece devorar   todo lo que no sea  la belleza del cuadro, la idea  de la pieza. El último  resplandor, en la perla  el rabillo del ojo. Los labios húmedos. El suspiro eternizado. La belleza  extendiéndose en todas direcciones a partir  de la forma  vital. Un suspiro de pura divinidad. “El tiempo sin forma, más allá  del cuadro, de la obra completa”...! Considerada la Monalisa Holandesa o La Monalisa del Norte!  

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